Cerca de nuestra ciudad: una ONG puso otra vez en el mapa a un pueblo que tiene un solo habitante

Cerca de nuestra ciudad: una ONG puso otra vez en el mapa a un pueblo que tiene un solo habitante
Cerca de nuestra ciudad: una ONG puso otra vez en el mapa a un pueblo que tiene un solo habitante

Jorge Tanoni pasó su pre adolescencia en General Rondeau. Era hijo del entonces Jefe de Estación del ferrocarril. Su padre fue el último jefe. Después de él, se levantaron las vías y dejó de pasar el tren. Esto fue el principio del fin para este pueblo del distrito de Puan (distante 15 km de Villa Iris) que llegó a tener 200 habitantes y en el que hoy vive una sola persona. 

El último tren pasó en 1957. La escuela se cerró en 1999. Los bailes para recaudar fondos para la escuela se hacían en el club, por lo que, al cerrarse la escuela, el club quedó abandonado. El desmantelamiento del sistema ferroviario y el desplazamiento de los pobladores a los centros urbanos fueron marcando la desaparición del lugar. Sin embargo, algunos edificios quedaron en pie.

Tanoni creció y con él la nostalgia y el amor por su terruño. Esto lo impulsó a buscar algún modo de reflotar el lugar, más allá de su memoria. A ponerlo otra vez en el mapa, de alguna manera, a revivir los mejores años de su vida y compartir con otras familias recuperando las raíces.

La EP Nº 30 Manuel Belgrano, cerrada en 1999, tiene 99 años.

Así, en 2018, creó la Asociación Civil Néstor Luis Montero, sin fines de lucro, con el fin de desarrollar actividades tendientes a mantener el lugar con vida.

Paula Arens, tesorera de esta entidad, contó que Jorge, no resignado a dejar que su pueblo se muera en el olvido empezó a decir: “¡Hay que hacer, hay que hacer, hay que hacer!”.

“Él fue el loco principal y todos los otros locos, la mayoría oriundos de General Rondeau, lo siguieron. Hoy, las esposas de esos locos, que venimos de distintas localidades, nos sumamos al proyecto y somos integrantes de la comisión directiva”, dijo.

Hay mucho sentido de pertenencia, porque a ese lugar ellos fueron a la escuela y pasaron su infancia. Eso los motivó.

La ONG trabaja a full para desarrollar actividades durante el año; las más trascendentes: un baile que se hace en setiembre, la Rural Bike “El Reto de las Quebradas” y la Fiesta Regional del Pollo al Disco, que espera su segunda edición.

“La localidad tuvo mucha vida. Hoy solo queda un habitante y hay una escuela cerrada, la estación abandonada, las ruinas del Almacén de Ramos Generales y el club, cuya edificación está en pie”, contó.

El único habitante que está radicado se encuentra en una vivienda lindera al Club. En los campos de Rondeau hay muy pocas familias, la mayoría se fue a Villa Iris o a Bahía Blanca. La ONG está conformada por personas de Laprida, Mar del Plata, Tornquist y Bahía Blanca. Ninguno de sus miembros vive en cercanías, por lo que mantener el lugar se vuelve una tarea compleja, pero no imposible.

La ONG lleva el nombre Néstor Luis Montero porque él fue el último presidente de la comisión de la escuela y siempre le puso mucho amor a lo que hizo. Sus hijos y su nuera forman parte de la comisión.

“Nos dedicamos a hermosear el club, a agrandarlo, le hicimos baños nuevos y quedó muy lindo. El objetivo del Centro Recreativo y Cultural General Rondeau es volver a darle vida a ese lugar. Todas las actividades son con ese fin”, comentó Paula.

Empezaron con mucho entusiasmo y la pandemia les impuso un freno, pero ahora retornaron con todo.

Andrea Dorado, secretaria de la ONG, comentó que en 2019 recibieron en comodato al edificio de la Escuela Nº 30, que también sigue en pie, que está cerrada hace 10 años.  

"La idea era tener una guarda sobre ese espacio para organizar un museo o biblioteca pero por la pandemia no se pudo", dijo.

“Como el año que viene la escuelita cumple 100 años, las actividades que se realizan actualmente tienen el fin de recaudar fondos para mejorar su estructura y realizar una gran celebración convocando a todos los que alguna vez pasaron por sus aulas”, comentó.

La ONG se autogestiona y cuenta con personería jurídica. 

"Somos muy pocos y cualquier ayuda es bienvenida”, destacó.

Paula contó que cada vez que hacen un nuevo baile embellecen el salón con materiales reciclados y renuevan cada detalle: flores, centros de mesas, adornos en los baños y decoración en general.

El Club se llamaba Atlético Rondeau y ahora es Centro Recreativo y Cultural General Rondeau,

El ferrocarril mantenía un movimiento constante. Había tren de carga y de pasajeros. El pueblo lo fundó Hugo Stroeder. 

“Hay un grupo de mujeres grandes, de más de 70, que colaboran mucho, nos donan tortas. Y se genera una gran expectativa antes de cada nuevo baile por ver lo que hemos preparado. Es un mimo para quienes asisten. Así es como trabajamos, con ese amor”, dijo.

Se trabajó de forma continua, a pulmón, poniendo cada uno y cada una su granito de arena para que el pueblo recupere su memoria. Para que las personas que estuvieron ligadas en esa zona puedan indagar en sus raíces, reapropiarse. 

El Club se fundó en 1926 y hay muchas anécdotas. Los bailes de Rondeau tienen una mística especial y son un clásico en la zona. Son una forma de decir “Rondeau está vivo”.

Vía de comunicación: Facebook/Asociación Civil Néstor Luis Montero. 

 

fuente: La Nueva