¿Se cae el proyecto del dique Paso Alsina?
El proyecto de construcción del dique Paso Alsina como una alternativa de acumulación de agua y reserva de las aguas del río Colorado en cercanías a Pedro Luro había sido anunciado con bombos y platillos por parte de la provincia de Buenos Aires, como respuesta a viejos reclamos del sector productivo del norte de Patagones y sur de Villarino.
Después de algunos idas y vueltas, el proyecto técnico estuvo listo a mediados del año pasado y se esperaba que la licitación internacional pudiese llevarse a cabo a fin de 2023. Se sabía, el último iba a ser (y lo fue) un año complicado en cuanto a lo político, pero al tratarse de un proyecto que se solventaría con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo, las cuestiones electorales no afectarían el curso normal de la iniciativa.
Sin embargo, promediando febrero y sin noticias de la licitación, la concreción del embalse parece haber llegado a un punto muerto. De hecho, desde la Provincia aseguran que “no hay interlocutores válidos en la Nación” con quienes dialogar sobre el tema; el axioma presidencial “no hay plata” no correría en este caso, porque los aproximadamente 48 millones de dólares que insumiría la construcción no partirían de las arcas estatales.
Es más, se entiende que la mejora en la producción que significaría su ejecución -se estima que rondaría los 36 millones de dólares anuales-, permitiría que “la obra se pague prácticamente sola”, como dicen desde el sector productivo. Por ahora, todo esto parece estar detenido en el tiempo.
En diálogo con La Nueva., el ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, aseguró que la actual coyuntura política está complicando la continuidad del proyecto.
“El proyecto está terminado y ahora resta algún tipo de aprobación; pero el trabajo de la consultora ya finalizó”, manifestó.
Si bien se esperaba que la licitación internacional de la obra se hubiese llevado a cabo a fines del año pasado, el funcionario reconoció que actualmente se está atravesando una situación complicada para este tipo de proyectos.
“Estamos en un escenario de desfinanciamiento con muchísima incertidumbre. Tenemos un gobierno nacional que está diciendo que no va a tomar financiamiento para este tipo de obras. Entonces, deberemos analizar qué posibilidades tenemos de tomar financiamiento para este tipo de proyectos”, sostuvo.
La concreción de la obra, largamente reclamada por regantes y entidades vinculadas a lo productivo del norte de Patagones y sur de Villarino, permitiría mejorar en un 20% el uso del agua del río Colorado e incrementar en más de 25 mil hectáreas a la actual superficie bajo riego.
También implica otras ventajas puntuales, como la regulación de los caudales de la cuenca baja, a fin de ajustarlos para las demandas de riego del sistema; la mejora en el uso del recurso embalsando agua cuando se producen precipitaciones y también de las tomas principales; la reducción de los sedimentos que ingresan al sistema de riego; el aumento de la actividad turística, y la complementación e integración de la red caminera en la región.
La presa contará con un largo de coronamiento -de margen a margen- de 4.859 metros, para la cota máxima probable de 45 metros sobre el nivel del mar. La capacidad de embalse, a 42 metros de altura de agua, sería de 220,3 Hm3, ocupando una superficie de 57,39 kilómetros cuadrados.
Sin embargo, Rodríguez aclaró que al no haber aún interlocutores válidos en la Nación para discutir la concreción (o no) de la obra, “todavía no se sabe cuál es la posición del gobierno nacional”.
“De los entes internacionales de crédito ya tenemos el compromiso, pero nos falta que acá nos digan si el proyecto va a continuar o no”, sostuvo.
Al respecto, advirtió que desde un comienzo todos los esfuerzos de la gestión nacional se pusieron en la concreción de la fallida Ley Ómnibus y la aprobación del mega DNU.
“Entonces, esas respuestas todavía no las tenemos presentes ni tampoco hay personas (designadas) que podrían dar una respuesta coherente sobre esta cuestión”, analizó.
Por otro lado, recordó que desde el ministerio se viene llevando a cabo un programa de impermeabilización de canales primarios de riego de Corfo, con financiamiento internacional.
“Por el momento está marchando porque está adjudicado. Esperemos que pueda continuar”, dijo el ministro, quien aclaró que existe compromiso por parte de los entes internacionales de crédito.
Además, destacó que en los últimos cuatro años de obra han llegado “proyectos como nunca” a la zona de riego, como que “Corfo pudiera por sí mismo llevar adelante impermeabilizaciones de secciones enteras, que no se habían hecho nunca, a que estuviera el proyecto de Paso Alsina”.
“Lo mismo ocurrió con la adquisición de maquinaria. Hubo una transformación muy fuerte de una Corfo que nosotros encontramos devastada. Por eso, vamos a seguir trabajando con el mismo sentido, sabiendo de las limitaciones de índole nacional con que nos encontramos”, afirmó.
En cuanto al viejo reclamo del cupo de caudal del río Negro que le corresponde a la provincia de Buenos Aires, que podría utilizarse para alimentar de agua potable a varias localidades del sur bonaerense e incluso crear nuevas áreas productivas bajo riego, Rodríguez recordó que existe un compromiso del gobernador Axel Kicillof en ese sentido.
“Es un proyecto que está llevando adelante la subsecretaría de Hidráulica de la provincia y que se encuentra dentro de los tiempos que insumen iniciativas de esta índole. Por nuestra parte, estamos avanzando en dos sentidos: por un lado, en un proyecto que permita pensar una zona o un mayor riesgo en toda la región, sobre todo en el ámbito del municipio de de Patagones pero incidiendo también en Villarino; y por otro lado, negociando autorizaciones en algunos lugares de la ribera (bonaerense del río Negro). Se está avanzando en los dos en los dos sentidos”, sostuvo.
Al respecto, aseguró que “este tipo de proyectos siempre requiere de financiamiento internacional”.
“Para nosotros no es que una deuda externa sea buena o mala en sí misma, sino que depende mucho para qué se usa. En estos cuatro años hemos decidido, en muchos casos, que cuando esa deuda se toma para un proyecto que va a infraestructura que va a mejorar la condición de vida y las condiciones productivas, hay que llevarlo adelante”, manifestó.
Sequía
El funcionario reconoció que gran parte de la provincia atravesó “una de las sequías más grandes de los últimos 50 años, que terminó con 89 municipios declarados en emergencias”.
“Ha sido una situación sumamente grave. Hoy climáticamente esa situación ha cambiado, si bien tuvimos una ola de calor en las últimas semanas, que ha tenido algún impacto sobre los cultivos. Estamos hablando de un escenario sustancialmente diferente y, en cuanto a la producción, estamos previendo que sea acorde a la de los años previos en los que no hubo esta situación de sequía”, aseguró.
En ese sentido, destacó la implementación de herramientas crediticias a través del Banco Provincia y también desde el ministerio, como un fondo fiduciario.
“Específicamente en el Sudoeste hace ya dos años que venimos desarrollando un plan de pasturas donde al productor se le da un crédito a tasa cero en valor producto, es decir, en kilogramos de carne; como forma de reducir sus riesgo es que la deuda es directamente en ese producto. Vamos a continuar con las distintas líneas con las distintas políticas que venimos llevando adelante, porque para nosotros es fundamental un sector público que esté comprometido”, indicó.
Rodríguez remarcó que, al contrario de algunos postulados actuales en los que se plantea que sector público “tiene que correrse para dejar la actividad privada, nosotros creemos en un estado que esté acompañando e impulsando al sector privado”.
“Tenemos que entender, pensar y discutir el rol que tiene el sector público. Contamos con programas específicos para el Sudoeste Bonaerense, porque tiene condiciones y necesidades diferentes a otras regiones”, dijo.
fuente: La Nueva
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