Rumbo al Infierno: Terror brutal desde Corea del Sur

Rumbo al Infierno: Terror brutal desde Corea del Sur

¿Estamos asistiendo al reinado de los ojos rasgados en las mega producciones? Abro hilo al respecto, osea, inicio la discusión con esta pregunta retórica que será, sin dudas, no sólo la columna vertebral de la columna de hoy, sino también, quizás, una reflexión para tener más que en cuenta. Si bien el nuevo y más reciente éxito de NetflixRumbo al Infierno (Hellbound) no llegará (y esta afirmación sí es meramente personal) a los éxitos de taquilla de “Train to Busan” o el reciente y maquiavélico “Juego del Calamar”, no es menester considerar que estará muy cerca de los números y recaudaciones pretendidas.

Para introducir en la sinopsis, debemos recordar que el miedo a la muerte (tal vez el más primario de los terrores, tanto como los rincones nocturnos en la niñez) en Rumbo al Infierno, obtiene una dimensión desmesurada. En esta serie, la gente recibe información de cuándo va a morir y, cuando llega el momento, una criatura desagradable, con apariencia de montaña humanoide de brea caliente (mírenla y díganme si no es así) , se les aparece y los mata de la manera más brutal que se les ocurra.

Una secta de aparentes adoradores de estas bestias espantosas, las fuerzas del orden que no dan pie con bola y muy poca explicación del contexto sobrenatural, hacen que Rumbo al Infierno, sea una serie con alto grado de recepción, casi adictiva para las audiencias hambrientas de parámetros estéticos como los que presenta.

Si es buena o mala, personalmente diría que responde a un público cautivo que, frente a esta, presentará todo el fanatismo o simplemente el descrédito. Como todo fenómeno de un tiempo determinado, traerá mucho de qué hablar, mientras las agujas de los ratings mundiales, siguen dándole el ok a las realizaciones asiáticas.

¿La vemos? Contanos qué te pareció.

fuente: Por Fernando Quiroga.
Especial para La Brújula 24.
Miami, Florida, Estados Unidos.